Nikola Tesla |
Cuando ya había pasado un año desde la llegada, Edison le propuso un reto: rediseñar sus generadores de corriente continua. Donde el mítico inventor prometió 50.000 dolares si lo conseguía. Tesla lo logró, pero al momento de reclamar lo que le pertenecía por derecho, Edison se negó a entregársela. Allí comenzó su enemistad. Tesla continuo trabajando para la compañía, mientras en paralelo investigaba la corriente alterna, una vez que finalmente estaba listo abandono la compañía y vendió sus patentes a la competencia.
La competencia era: George Westinghouse quien era un rico empresario, que ya contaba con una pequeña red eléctrica en Massachussets que funcionaba con Corriente Alterna. En 1880 el consumo de electricidad había aumentado notablemente, y la Corriente Continua de Edison no podía ofrecer una solución debido a sus altos costos de transporte y perdidas energéticas en forma de calor.
Thomas Alva Edison |
Edison quería demostrar la peligrosidad de la corriente Alterna, creando con ella una silla eléctrica (diseñada por Harold Brown) donde electrocutaba en publico a perros, gatos y un elefante "Topsy" del zoológico Forepaugh Circus de Coney Island presenciado por 1500 personas y la grabación de Edison fue visualizada en todo el país.
Por otra parte, Nikola Tesla, ante esas provocaciones en público, se expuso a una Corriente Alterna de dos millones de voltios, que atravesó su cuerpo sin causarle ningún daño.
Fin de la guerra
La lucha llego a su fin en 1893, con la Feria Internacional de Chicago, donde se presento un concurso para iluminarla, participando la compañía de Edison contra la de Westinghouse. El jurado decidió fallar a favor de Tesla, entre otras cosas, que el presupuesto era menor.
Actualmente continuamos utilizando la Corriente Alterna, Westinhouse logro un contrato para aprovechar el potencial hidroeléctrico de las cataratas del Niágara.
Adiós, liternautas!
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